lunes, 20 de julio de 2015

Estandarte

En las batallas de la edad media los ejércitos eran precedidos de su estandarte. Una persona del batallón se encargaba de llevarlo en alto para recordar a sus compañeros el motivo de la lucha: su nación o una causa. El objetivo principal era llegar a colocarla en la parte más alta del lugar de conquista o del campo enemigo.

En nuestro día a día también atravesamos luchas, ¿pero que estandarte levantamos? Hay muchos tipos de banderas: nuestra propia sabiduría, el dinero, nuestro confort, la lógica, nuestro trabajo o estudios, la posición social, etc. Pero para conseguir la victoria real es necesario levantar el estandarte del Señor. Se trata de una bandera de oración, fidelidad, amor y gratitud hacia el Rey bondadoso que nos ayudará en cualquier batalla si nos mantenemos firmes en Él. 

Celebraremos así tu victoria, y levantaremos banderas en el nombre del Dios nuestro. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!” Salmos 20:5