martes, 22 de septiembre de 2015

Dios "al gusto"

En Málaga tenemos un sitio que se llama el Paponazo. Allí puedes pedir todo tipo de bocadillos pero, sus patatas asadas son el plato estrella. Una de éstas es la "patata al gusto", por un precio módico puedes poner todos los ingredientes que quieras.
Probablemente si escogieras esta patata echarías todos tus ingredientes favoritos (incluso repetirías algunos si te dejaran)  ignorando los ingredientes que no te gustan.

¿Y si te digo que a veces hacemos esto con Dios? 

Hacemos un Dios a nuestro gusto. Le ponemos los atributos que nos interesan y desechamos los que no son conforme a nuestro tipo de vida.
Y eso... Es idolatría. Al fin de cuentas ese no es Dios. ÉL ES antes que nosotros, con lo cuál no lo podemos crear "al gusto". Dios no es sólo amor (que lo es),  también es justicia, verdad, misericordia, etc. No podemos aceptarlo sólo a cachos. Nuestro Rey de reyes es un Dios completo y se hizo hombre para que lo entediéramos. ¡Conócelo! 



sábado, 5 de septiembre de 2015

La Cena del Señor

Si vas a celebrar la Cena del Señor con tu congregación ¡recuerda haber comido antes!  Porque no es lo mismo conmemorar la Cena del Señor que ir a comer y a beber a la Cena del Señor. 

En la mayoría de las iglesia no se hace como hizo Jesús. En la cena, en ese mismo momento, partió pan y, seguramente en trozos más grandes de lo que estamos acostumbrados. Para recordar la sangre usó vino (no mosto) en una copa en la que todos bebieron. 

Ahora es todo más minimalista: su cuerpo lo recordamos con pequeños cuadraditos de pan (normalmente pan de sándwich que es más fácil de cortar) y pequeños vasitos individuales de usar y tirar con un sorbo de vino o mosto (para los que estén tomando pastillas). Con ello no critico nada, sólo quiero detenerme en que nos vamos amoldando a los tiempos, cosa que no veo mal mientras lo central no varíe. En este caso, mientras no nos olvidemos que nos reunimos para conmemorar el sacrificio de Jesús por nosotros. Y que lo hacemos no sólo en comunión con Jesús,  sino también con los demás que están participando,  como Jesús hizo con los discípulos  (Lucas 22:15-16) aun sabiendo que uno de ellos le iba a traicionar (Mateo 26:26). 
No repitamos los mismos errores que la iglesia de Corinto (1º Corintio 11:17-22)