martes, 16 de febrero de 2016

Enamorada de Dios

Si estás enamorado y la persona te corresponde seguramente habrás notado ciertos cambios en tu forma de ser, en tus comportamientos y forma de pensar. Amar es una decisión que requiere un compromiso que se transforma en acciones. Incluso para tus amistades todos estos cambios son visibles. Quieres hacer feliz a esa persona, te alegra cuando sabes que lo consigues y quieres estar el máximo tiempo junto a el/ella para compartir cosas y conoceros más profundamente.
Cuando decides seguir a Dios y amarlo, esto también sucede pero a mayor escala, ya que influye además de en tu día a día, en tu vida espiritual y a la eternidad de tu alma. Él nos amó primero,  es decir, ya te ama. Pero las relaciones son cosa de dos.
Pero el amor de Dios es a la vez totalmente diferente al de la pareja. No te pide que le hagas cosas para que su amor siga, no depende de las buenas acciones que hagas, pero obviamente implica también un compromiso, una fidelidad a sus cosas. Pero es que si hay amor, todo fluye. Nuestras nuevas acciones y las buenas obras son una consecuencia de esa relación con Dios. 
Estar cerca de Dios, de su amor, nos cambia. 


viernes, 12 de febrero de 2016

¿Dónde está la victoria?

Leyendo este pasaje de la Biblia sobre la segunda venida de Jesús (porque sí, vendrá otra vez) me paré a pensar en el caballo. Dice que vendrá en un caballo blanco.
El blanco, entre otros significados, está relacionado con la victoria.
Cuando dice que Jesús y su ejército lucharán contra el mal, a la vez está declarando que la victoria está asegurada. No se trata de una lucha entre el bien y el mal en el que nos preguntaremos quién ganará. Además de que después podemos leer que así sucederá, ya con antelación nos transmite que la victoria en Jesús ya está ganada. El diablo sabe que no tiene nada que hacer, pero hasta su muerte querrá acabar con todo y todos los que pueda. Como diría una amiga, dará sus últimos coletazos furioso ante lo que le espera.
Es sólo un detalle del pasaje, podemos sacar más mensaje de esta lectura, pero en esta ocasión quería compartir este punto.
Pase lo que pase, en Jesús tenemos la victoria.