miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Te crees autosuficiente?

Por mucho que quieras buscar, no encontrarás a dos personas exactamente iguales. Sea físicamente o mentalmente siempre habrá algo que nos diferencie... Pero, ¿para qué Dios nos hizo distintos? ¿No sería más fácil si fuésemos iguales? Quizás algo aburrido, ¿no?

1. Para que nos complementáramos

¿Conoces a alguien autosuficiente en todo? Desde pequeños necesitamos a alguien para lograr cosas. Por ejemplo, si no eres bueno con las matemáticas el apoyo de un amigo que te ayude a entenderlas te supone un gran alivio. Pero esto no acaba, de adulto y en nuestra vejez, seguimos necesitando del conocimiento o habilidades de otros para salir adelante. Y es que Dios vio que el necesitarnos los unos a los otros era bueno. Si pudieses hacer todo solo, seguramente serías una persona prepotente y/o aislada de la sociedad.


"Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea." Génesis 2:18


2. Para que fuésemos interdependientes

Depender los uno de los otros es la forma más efectiva para establecer relaciones. Dios no quería que cada persona viviera de forma aislada su vida, ¡quiere que estemos juntos! Pero no solo físicamente, sino juntos en Él. Ser interdependientes y tener a Cristo como guía exige también una coordinación. Por ejemplo, si la cabeza le dice a la mano que arrasque el pie, todo el cuerpo debe moverse de forma coordinada para que la mano llegue a su objetivo y las uñas puedan aliviar el picor gracias al movimiento de la mano. En la iglesia pasa lo mismo. Debemos depender los unos de los otros para conseguir el objetivo que Dios proponga y actuar conforme a lo que podemos hacer para lograr el fin. Además, ésto enriquece nuestras vidas.

"Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito." 1º Corintios 12: 19-21


Dios nos hizo con diferentes virtudes que debemos usar ayudando a los demás. No pienses que la tuya no vale o es insuficiente, si Dios la puso en ti es que la consideró importante. Busca ayuda cuando lo necesites, no te aísles, y siempre se agradecido con los que te presten su apoyo.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Creado para vivir por siempre

El ser humano siempre ha estado interesado en la inmortalidad, ha buscado la forma de vivir por siempre. Es algo que tenemos en nosotros y que para mi tiene toda lógica. ¿Por qué digo esto? Pues porque estamos preparados para ello.

"El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre". 1ª Juan 2:17

Fuimos creado a imagen de Dios, por tanto la eternidad también forma parte de nosotros. Experimentamos una muerte física, pero no del alma. Es como el bebé que se forma en el vientre de su madre, crece hasta que le toca experimentar la transición a un mundo que ni siquiera sabe que existe, es totalmente desconocido para él.
De la misma forma cuando morimos en la Tierra pasamos a un lugar que desconocemos, solo tenemos detalles, pero para nosotros es muy difícil de imaginar.


¡Ojo! Nuestra vida en la Tierra es solo el preludio, ya que es una fase muy corta en comparación a la eternidad que nos espera, pero es un tiempo muy importante. Aquí se decidirá como pasarás el resto de tu tiempo después de la muerte.

Si decides creer en lo que hizo Jesús por ti para salvarte  y sigues sus pasos, estarás con Él. Vivirás una vida eterna llena de felicidad y libre de maldad.

Si prefieres seguir tu camino, las consecuencias serán acorde a tu decisión...

Eres libre para elegir, así que ¡hazlo bien!

martes, 13 de mayo de 2014

¿Cuáles serán tus respuestas?

Muchas personas hemos soñado alguna vez con ser recordadas en la historia por algún hecho o logro fuera de lo normal. El ser reconocido es algo que sienta bien a nuestros cuerpos. 
Hay gente que enfoca todo su esfuerzo y vida en conseguir algo similar: una medalla, trofeo, portada, título, puesto, articulo en la prensa o reconocimiento de cualquier tipo, pero... ¿De qué sirve ese esfuerzo después de morir? 

Sin embargo, el afán de reconocimiento no es el único motor posible de nuestra vida.  
- La culpa: ¿Eres prisionero de tu pasado?
- El resentimiento: ¿Eres de los que no olvidan?
- El temor: ¿Prefieres perder oportunidades a cambio de estar en tu cárcel de seguridad?
- El materialismo: ¿Sigues queriendo tener más?
- La necesidad de aceptación: ¿Pretendes agradar a todos y te influencian sus opiniones?

Todo eso puede cambiar porque, tranquilo...


Mejor enfoca tu tiempo en buscar la voluntad de Dios y sus propósitos en tu vida. Créeme, cuando empiezas a escuchar a Dios, tu vida se hace más sencilla. Los trofeos, con el tiempo, pueden acabar en la basura, pero el camino en Dios te lleva a la eternidad con Él.

"Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor." Mateo 25:23

Cuando llegue ese momento, entonces Dios te hará dos preguntas decisivas:
1.¿Aceptaste a mi Hijo como tu Salvador?
2. ¿Qué hiciste con la vida, dones y talentos que te entregué?¿Los usaste para ti o para mi?

¿Cuáles serán tus respuestas?

domingo, 4 de mayo de 2014

No eres un accidente

¿Sabes? Antes de ser concebido por tus padres, Dios ya te había diseñado, por dentro y por fuera.
No deja nada al azar, y sabía la genética que era necesaria para que fueras así, por eso eligió a tus padres para ello.

Dios te creó por amor. Eres un diseño original de Dios.

Pero, Dios no nos creó porque le hiciésemos falta, lo hizo simplemente por amor. Recuerda que Él no es que tenga amor, es que "Dios es amor" (1ªJuan 4:8b) y preparó un mundo con todas las condiciones necesarias para que nosotros podamos existir, no para que estuviese vacío: "Porque así dice Jehová, que creó los cielos. Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso. No la creó en vano, sino para que fuera habitada la creó" (Isaías 45:18)


¿Eres consciente de que estás hecho de una forma singular por parte de Dios? Quizás luchas con alguna parte de tu personalidad o aspecto físico que te cuesta aceptar. Ponlo en manos de Dios para que te ayude a manejar esos sentimientos o malestar que te producen y a saber aceptarlo como parte de ti. Dios puede hacer de esa debilidad una ventaja. No te compares con lo que está bien en el mundo, porque el mundo no sigue las directrices de Dios.

Eres diseño de Dios, por tanto eres perfecto para Él.