miércoles, 29 de enero de 2014

Dando gracias por todo

Cuando oramos a menudo nuestra palabras se llenan de peticiones. Pedimos por nuestra familia, amigos, enfermos, problemas, ... Y eso es algo bueno. Aunque Dios conoce nuestras necesidades, quiere que vayamos directamente a Él en busca de ayuda y orientación, que dependamos de Él.

El problema es que a veces nos olvidamos de darle las gracias o dedicamos sólo una mínima parte del tiempo para ello. Sin embargo ¡Hay tantas cosas que agradecerle! 

Quizá sólo lo hagas cuando realmente Dios te ayuda en algo que le estabas pidiendo, pero si te paras a pensar... Hay cosas que nuestro Señor nos concede sin que nos demos cuenta, sin que le digamos nada, haciéndonos pensar que es algo normal que debe ocurrirnos, sin embargo, hay gente que no lo tiene: la comida, agua caliente, un techo donde cobijarnos, dormir en un lugar cómodo,...
Esto último es algo que agradezco especialmente. Os puede resultar una tontería, pero dormir en un colchón con una mantita que te caliente es toda una bendición. Me di cuenta de ello porque una vez, por determinadas circunstancias, tuve que dormir en pleno invierno sobre una tela, bajo una fina manta y dentro de una nave industrial que parecía un congelador. Varios jóvenes de la iglesia nos vimos en esa circunstancia. Una amiga y yo decidimos compartir mantas y juntar nuestras espaldas para intentar generar un poco más de calor, pero... No daba resultado. Temblábamos y repetíamos una y otra vez que no íbamos a volver a ese sitio, ¿es que a nadie le importaba nuestra situación?

Pero, con el tiempo piensas, ¡qué mal acostumbrados estamos!¡Con la de gente que duerme en la calle todos los días! Nosotros tuvimos que pasar por esa experiencia sólo una noche... Cada vez me doy más cuenta de lo que Dios quiso enseñarnos. Lo que tenemos en casa y vemos como algo normal, hay mucha gente que no lo tiene y todo, absolutamente todo, es gracias a Dios.
Podemos esperar a que Dios haga algo grandioso en nuestra vida pero... ¿y si empezamos a darle gracias por lo que ya nos da?


"Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" Efesios 5:20

jueves, 23 de enero de 2014

Ranking de prioridades

Si tuvieras que elegir las 10 cosas o personas más importantes en tu vida, ¿cuáles serían?
Tus padres, hijos, una casa, tu novio/marido, el trabajo, un objetivo por alcanzar, la fama, tu móvil, etc. Estas elecciones pueden ser muy diferentes según nuestra forma de vida.
Pero, quiero preguntarte algo más. ¿Está Jesucristo dentro de esas prioridades? Si es que si, ¿que orden ocupa? ¿el quinto? ¿el segundo? ¿el primero?

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." Mateo 6:33

Nuestra mayor y principal prioridad debe ser Cristo y todo lo de su reino. No basta con decir "creo en Dios", nuestros pensamientos y acciones deben mostrarlo. Nuestras prioridades deben estar acordes con las suyas. No una o dos, todas. Además, Él conoce nuestras necesidades, por lo que si nos hace falta algo debemos saber que lo tiene en cuenta, y que nos ayudará con ello según su voluntad. Es una afirmación dada a los que lo buscan.

"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." Jeremías 29:11

Si dejamos que Él sea lo primero en nuestra vida, permitimos que actúe en ella. Nos da su paz y empezamos a ser coherentes con Él. 


Deja que Cristo sea lo prioritario, lo más importante en todo y para todo. Tus decisiones serán mejores y vivirás más bajo su voluntad. Ciertamente su respuesta te sorprenderá día a día.


Que el Señor os cuide.

lunes, 20 de enero de 2014

Sin miedo a ser diferente

Muchas veces ser diferente está mal visto. Si nos salimos de lo establecido por la sociedad como "normalidad", podemos ser señalados por ser distintos y no adaptarnos a lo que todos ven con buenos ojos. ¿Quién establece esta normalidad? El ser humano.
Pero si partimos de que el ser humano no es perfecto, ¿por qué van a ser correctas esas normas no escritas? Además, esas reglas van cambiando a lo largo del tiempo y dependiendo la cultura, no es algo estable.

Jesús también pasó por el dilema de ser o no diferente cuando vino al mundo. Se enfrentó a la cultura y sociedad de aquel momento.

Jesús se volvió igual a nosotros de forma voluntaria: nació, fue niño, adolescente, adulto, tuvo necesidades, alegría y tristezas como todos nosotros. Él nos comprende en todo, porque decidió hacerse humano, pero también nos dejó su ejemplo, enseñándonos como enfrentar los problemas según lo bueno. No según reglas de hombres, sino dependiendo de lo que está realmente bien, según la rectitud de Dios.

Fue diferente a nosotros por varios motivos:

1. Era perfecto: 100% Dios, decidió limitarse a un cuerpo de hombre 100% humano. Todos pecamos (Romanos 3:23), eso te incluye a ti y a mi, pero Jesús no.

2. Marcó la diferencia en la historia de la humanidad. 
- En una época machista defendió la igualdad y trató al hombre y a la mujer de la misma forma. De hecho algunas de sus revelaciones fueron dadas antes a mujeres que a los hombres (Juan 4: 19-26) 
- Defendió que todos debían poder conocer las Escrituras (Mateo 22:29) y por tanto, ¡todos debían poder aprender a leer!
- Dijo que los esclavos eran iguales a los demás, por lo que no debían ser tratados así. Todos los hombres son creación de Dios, y si Él no hace distinción entre nosotros, ¿quiénes somos nosotros para rebajar a los demás al maltrato? (1º Timoteo 2:3-4)
- Los judíos pensaban que solo ellos podían ir al cielo, pero Jesús les desmontó todos los planes. Cualquier persona, de cualquier nación, tendrá vida eterna a su lado si cree en Jesucristo como su Salvador (Romanos 10:12).

Jesús fue valiente para enfrentar el dilema de ser diferente. ¿Y tú? ¿Tienes ese valor? Se que pensarás, ¡es que yo no soy perfecto! ¡Yo no soy Jesús! Pero recuerda que Él está contigo y te dará la fuerza necesaria.

Que el Señor os cuide.

viernes, 17 de enero de 2014

Jesús marca la diferencia

Hace tiempo que le doy vueltas a este proyecto. Después de ponerlo en oración Dios me envió una respuesta por medio de un devocional.

Este es un blog personal en el que quiero reflejar mi relación diaria con Dios: lo que aprendo, leo, reflexiones, versículos, etc. Sólo espero ser un instrumento en sus manos para lo que Él crea que sea bueno.

Que el Señor os cuide :)