Es curioso, en la Biblia puedes
encontrar aplicaciones de todo tipo. En la actualidad hemos escuchado
hablar del "clima laboral", pero en la Biblia hace tiempo
que ya se trató ese tema.
El problema es que no se pone en
práctica.
Efesios 6:5-9 nos habla del siervo y el
amo, que según el contexto cultural de aquel tiempo se viene a
referir al empleado y al jefe de hoy en día.
A los trabajadores Dios nos dice que
seamos responsables con nuestras propias tareas, de forma sencilla,
correcta, sin buscar destacar (si se hace las cosas bien las
recompensas vienen por si solas) y con buena actitud.
Quería parar un momento en esto
último, la actitud. De nada sirve que hagamos todo perfecto si lo
hacemos de mala gana, con "cara de pasa". ¿Por qué?
Porque eso influye en el clima laboral, en nuestras relaciones
con compañeros, y, por supuesto, con nuestro jefe.
Obviamente no
podemos estar todos los días felices o con un buen grado de
positivismo, somos personas y vivimos en determinadas circunstancias
que cambian. En esos momentos es bueno que oremos y dejemos nuestra
vida en las manos de Cristo para estar más tranquilos, y que todo
eso nos influya lo menos posible en nuestro trabajo. También es
cierto que, si cumplimos en la medida de lo posible todo esos
consejos, el día que tengamos un problema o nos sintamos con menos
fuerzas para echar nuestro día laboral porque sea de mucho estrés,
será más fácil que obtengamos comprensión y ayuda de nuestros
compañeros y jefe/a.
Los jefes/as tampoco se libran de este
tema. Dios dice que no pueden amenazar a sus empleados y que deben de
pensar en ellos como iguales, es decir, como personas que son, ya que
a ojo de Dios todos somos iguales. No quiere
decir que deje de hacer su trabajo para hacer el del empleado y éste
viva la "buena vida", sino que debe ponerse en su lugar y
no demandarle más de aquello que realmente puede, o aunque pueda, no
se pase de la raya aprovechando su posición de superioridad.
En conclusión, que si aplicáramos (y
me incluyo) lo que la Biblia dice en nuestros trabajos (tengamos la
posición que tengamos) seríamos más felices.
¿Y si empezamos a
aplicarlo?