viernes, 21 de febrero de 2014

¿Es la duda contraria a la fe?

Actualmente los jóvenes y los no tan jóvenes, pueden ser bastante arrogantes, e incluso autoritarios. Están llenos de información por todos lados y creen que entienden todo. No dudan de si mismos, no cuestionan sus propias opiniones (pero si todas las que sean contrarias o no les agraden) y les cuesta ponerse en lugar de los demás. No reconocen sus errores, es algo que no entra en sus planes, y rechazan las críticas. Defienden sus ideas de forma radical, sin cuestionarlas.

La ausencia de dudas en nuestras vidas nos hace creer infalibles y perfectos, con lo cual no nos hace falta ponernos en lugar de nadie. Por otro lado, la duda excesiva, produce mucha inseguridad, nos vuelve excesivamente tímidos y nos autocastiga. Sin embargo, en el grado adecuado puede ser toda una herramienta de crecimiento en nuestra vida. Su uso para ésto es todo un arte y Jesús lo hizo como nadie.

"Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" Mateo 16:13

En su justa medida nos hará dudar de nuestras propias convicciones dando lugar a dos opciones:
1. Si están bien fundamentadas serán fortalecidas
2. Si son frágiles nos abrirán nuevas posibilidades de pensamiento.

Esto hará que entendamos lo pequeño que es nuestro conocimiento.


Jesús liberaba a las personas de las ideas preconcebidas y, si quieres, si buscas realmente lo que Él quiere, no tu propia voluntad, también lo hará en ti. Usará la duda para que crezcas. Dios no solo informa, también te forma.

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