jueves, 6 de febrero de 2014

Grados de amor

¿A quién quieres más?¿A tu abuelo o a tu padre?¿A tu hermano o a tu hermana? ¿A tu hijo mayor o al menor? ¿A tu tía o a tu madre?
Quizás respondas que los quieres a todos, pero de diferente forma, ¿no? 
Pero vamos más allá. ¿Quieres más a tu hermano o a la vecina cotilla de al lado? ¿A tu padre o a un ladrón? ¿A tu madre o a cualquier persona que pase por la calle? Aquí quizás la elección sea muy clara, ¿verdad?

Los seres humanos, en lo que se refiere al afecto y al amor, realizamos bastantes clasificaciones, y dentro de ellas jerarquizamos dando un lugar de "honor" a aquellas personas que se "merecen" más nuestra atención. Pueden estar más o menos determinadas por nuestras vivencias (experiencias), edad (si somos niños, adolescentes, jóvenes, adultos o mayores),  por el afecto que tenemos a los que nos rodea (familiares, amigos, etc. ) y por la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, tenemos un ejemplo de AMOR (con mayúsculas) que va más allá de nuestros pensamientos lógicos y discriminatorios. El amor de Dios por nosotros, ágape, hace que nuestro entendimiento se colapse.
Él nos ama por igual, a TODOS. No te ama un poco, o bastante, para Dios solo hay un grado de amor, y es el amor en su mayor expresión. 

Cuando veas que el mundo te da de lado o no te sientes querido recuerda que Dios, tu Creador perfecto, te ama. No desprecies el acto de amor que tuvo su Hijo Jesús por ti,  morir para luego resucitar y así facilitar el acceso al cielo.


"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16

No hay comentarios:

Publicar un comentario