lunes, 3 de noviembre de 2014

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Es probable que el título te suene, ya que es una frase mítica de Spiderman. La verdad, es que razón no le falta.

En nuestro mundo hay personas con mucho poder. Ese poder generalmente está ligado a grandes posesiones de dinero, riqueza y propiedades. Pero no me refiero sólo a eso, sino, simplemente, a tener más de lo que la mayoría de la gente tiene. 

Jesús dijo:
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios. Mateo 10:23

El problema no es la riqueza en si, sino si le das uso y en qué lo haces. Y es que, si no sabemos controlar bien este privilegio y el dinero pasa a ser centro de nuestra vida, al final sólo queremos más poder, usarlo todo en beneficio propio y acumular... De hecho, hace poco dijeron en el telediario que cada vez había más pobres, sin embargo los ricos se estaban haciendo aun más ricos...

¿Sabes que cuando te mueras no te llevarás nada? ¿Para qué acumular tanto pudiendo ayudar a otros?


Dios te puede bendecir con dinero, pero también te pedirá cuentas del uso que le hayas dado, al igual que ocurre con los dones y talentos. Si no lo usas de forma apropiada puede resultar inútil o perjudicar a otros. Todo lo que Dios nos da, sea material o espiritual, requiere ser usado para hacer el bien, y no lo contrario. Requiere una gran responsabilidad.

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