El día de su cumpleaños Nacho
amaneció solo en casa. Ese día sus padres trabajaban.
Todavía con el sueño en sus párpados
bajó despacio las escaleras. Iba a intentar despejarse con un buen
zumo de naranja. Cuando entró a la cocina una caja bastante grande
esperaba envuelta en papel de regalo sobre la mesa. Del lazo colgaba
una tarjeta “Con cariño papá y mamá. ¡Felicidades hijo!”
De repente Nacho se encontró
totalmente despierto. Rompió el papel con ganas, como cuando era
pequeño.
-¡Si! ¡Por fin!
Cogió la pesada caja y, como pudo, la
subió a su cuarto. Llevaba mucho tiempo pidiendo una estantería
nueva para colocar su colección de películas y videojuegos. La que
tenía se le había quedado pequeña y anticuada. La abrió y sacó
las instrucciones y todas las piezas.
Una vez preparado con todas las
herramientas se puso sin dilación a armar esa deseada estantería.
Poco a poco fue localizando piezas y las fue ensamblando como según
creía él que estaba bien, sin embargo su alegría pasó poco a poco
a impaciencia y enfado. Cada vez que tenía más de tres piezas
atornilladas se daba cuenta de que la posición no era la correcta y
las piezas no estaban bien, por lo que tenía que deshacer todo.
Agotado y sudando se sentó en un
rincón... Quería hacerlo pero no sabía como. Pero, ¿qué había
hecho con las instrucciones? Con tanto movimiento había ido a parar
debajo de la cama, no las había hecho ni caso.
- ¡Uf! No se si podré entender
todo esto.
Le echó una ojeada por encima, pero
solo veía dibujos de piezas, números y letras. Siempre que había
montado algo lo había hecho con su padre.
-Bueno, como siempre me dice
¡Empezaré por el principio!
En la primera hoja se podía leer el
nombre del modelo y una pequeña guía del manual. Mas abajo, en
negrita estaba el fabricante, al que le seguía un numero de
teléfono con una nota explicativa “Si necesita alguna orientación
o explicación sobre el manual no dude en llamar a fábrica,
estaremos encantados de ayudarle”.
¿Cuántas veces tratamos de seguir el
camino de Dios como nosotros pensamos que es mejor? El Señor
también nos ha dado un manual de instrucciones, la Biblia: su
palabra.
“Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo
que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien.” Josué 1:8
No sigas dando pasos sin conocer cual
es la mejor forma. Y si no entiendes algo, llama al fabricante
mediante la oración. Dios dice que dará sabiduría al que se la
pida con fe.
“Y si
alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Santiago 1:5
Colaboración con Xtremojoven de Protestante Digital.
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