miércoles, 9 de abril de 2014

Plantas carnívoras

De pequeña siempre me llamó la atención el funcionamiento de las plantas carnívoras. Son unos seres vivos muy llamativos, tanto en su forma de ser como en su modo de vivir.

Como sabéis hay una gran variedad de plantas carnívoras. Cazan a sus presas mediante trampas: algunas se pueden cerrar como si fueran un cepo, otras con forma de jarro las atrapan dentro y algunas tienen sustancias pegajosas o pelos especiales donde quedan pegadas.

Estas plantas consiguen atraer a las presas con el color u olores que les gustan. Una vez que están accesibles son cazadas según el mecanismo que tenga cada planta. Estos bichitos que iban hacia algo agradable, al final acaban siendo víctimas de un ser que los necesita para alimentarse.


Algo parecido pasa con el pecado.

Hoy en día hay muchas cosas que nos atraen y que parecen atractivas a primera vista e, incluso, a corto plazo. Pero finalmente tienen sus consecuencias negativas que, aunque las sepamos, nos dejamos llevar por la frase: "A mi no me pasará" pensando que solo le ocurre los demás.

Es muy fácil lamentarse por lo que se ha hecho, pero mucho mejor es prevenir y evitar. Tenemos un Dios que nos aconseja como regir nuestra vida, sin embargo nosotros, tan listos, decidimos que tenemos el control y que podemos manejar las situaciones. El "color u olor" nos atrae. Pero cuando nos damos cuenta de la situación entonces si pedimos explicaciones ¿Por qué me ha pasado esto Señor?¿Acaso me quieres?¿Realmente existes? Es muy fácil echar la culpa a Dios o decir que no existe cuando van las cosas mal, pero ¿y si le hubiésemos hecho caso antes? No hubiésemos caído en la "trampa": alcohol, drogas, mentiras, ...

Sin embargo, siempre tienes la oportunidad de cambiar. Los bichitos que caen en la planta, por lo general solo tienen un determinado final: morir. Nosotros por el contrario podemos elegir seguir a Dios y pedir ayuda. Es un Dios de amor, y si realmente lo haces con fe, no te descuidará. No quiere decir que vaya a evitar todas las consecuencias de tus malas acciones, ya que vivirlas es una forma de aprender y entender que algo está mal. Pero verás que el grado de éstas disminuye y la forma de enfrentarlas será mucho más sencilla.


"El sabio teme y se aparta del mal;
Mas el insensato se muestra insolente y confiado"
. Proverbios 14:16

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